Todos nos vemos ahogados de tiempo cuando trabajamos o nos surgen cosas y aquí es cuando pecamos de comida rápida o con alto valor calórico. Para solucionarlo, lo único que tendríamos que hacer es simplemente planificarnos el menú semanal. Es algo sencillo una vez que empiezas y vas cogiendo una rutina. De esta manera, tendremos más tiempo para otras cosas y evitaremos caer en tentaciones de cocina rápida.
En otra entrada del blog hablé de "¿Qué me llevo en el tupper?" pero esta vez es para animaros a planificar la comida de todos los días, en algún rato libre, y conservarla en tuppers en la nevera para estar más desahogados durante la semana.
La planificación, además de ayudar con la falta de tiempo y el exceso de calorías, también contribuye al ahorro en gastos de casa.
¿Por qué? Porque siempre es mejor, una vez programada la comida semanal,realizar una lista de qué productos necesitaremos para su elaboración De este modo, en el supermercado procuraremos no salirnos de lo que pone en la lista y evitaremos llevarnos a casa alimentos innecesarios que desbaraten el presupuesto del hogar.
Nombrar también que si no nos guiáramos únicamente por la lista de la compra, llegaríamos a adquirir productos en exceso que, si son perecederos, acabaremos tirando a la basura y supone un gran desperdicio.
*Un inciso con consejo: dejar enfriar la comida cocinada antes de guardar-cerrar el tupper y de meterlo en la nevera. Es algo obvio pero lo recuerdo por si acaso alguien no está acostumbrado a utilizar estos envases.
Ya me contaréis como os ha ido y si os ha resultado más cómodo.